PST: Venezuela, nuestra sufriente hermana
Pocas veces hemos visto la perfidia de los medios nacionales e internacionales como en Venezuela jugarse a pleno para enmascarar una situación, desinformando intencionalmente, usando todos los mecanismos a disposición para ocultar realidades haciendo cínicamente gala de falsas técnicas periodísticas diseñadas para el engaño.
Hablamos de casi todos los medios, no de todos y de casi todos los trabajadores periodistas, no de todos.
Ejemplos sobran, las coberturas mentirosas de Afganistán, Irak, Libia, la “primavera árabe” el golpe en Brasil y un sin número de etcéteras.
Para desenmascarar toda la hojarasca mentirosa del periodismo mercenario es necesario complejizar el análisis, no reducirlo a lo aparente y evidente, ni caer en el famoso «sentido común» que no es más que la opinión y la ideología de las clases dominantes.
La situación de Venezuela no es solo el producto de la lógica interna de sus contradicciones sociales, políticas y económicas, sino también de los intereses geopolíticos, diplomáticos y económicos, en definitiva de la correlación de fuerzas mundial entre las potencias y las principales clases de la humanidad; Venezuela se encuentra inmersa en uno de los principales campos de batalla de la política mundial de hoy día.
El imperialismo existe como tal desde hace 300 años siendo EUA el heredero de la rapacidad y cinismo de los imperios británico y francés sustancialmente, hasta ahí nada nuevo hay bajo el sol. La debilidad de las fuerzas imperiales ha dejado brechas para el surgimiento de otras potencias y la reconstrucción de viejas fuerzas como China y Rusia pero a no engañarse, EUA defenderá hasta el fin sus intereses por la vía y la forma que sea, interviniendo o dejando de intervenir en cada país.
Los argumentos que las fuerzas de derecha y el imperialismo intervienen en la realidad venezolana utilizando los grandes medios internacionales y del continente es algo que cae de cajón y no explica nada de la realidad venezolana, sí agrava y acelera procesos de crisis que tiene otras explicaciones y que van más allá de las «maldades» y «perversidades» imperiales, burguesas y de la prensa internacional.
Insistimos, no desconocemos que estas fuerzas están actuando. Decimos que siempre han actuado. Antes con el apoyo popular se controlaban, ahora no. El problema es que falta el pueblo organizado defendiendo la revolución chavista.
Este es quid de la cuestión. El tremendo quid de la cuestión.
Chávez era un buen orador, pero la gente no lo seguía por su discurso sino por su hacer, aseguró casas y bloques a los pobres, puso un teleférico para bajar más fácilmente de los morros, extendió la educación y la salud, aumentó el consumo de los más humildes, y después... hacía los discursos. Así fue que se derrotó el golpe de estado, la gente bajó de los morros decidida a enfrentar lo que viniera.
Hoy Maduro hace ampulosos, grandilocuentes y vacíos discursos, luego termina reprimiendo a los pobres engañados por una derecha reaccionaria al servicio de los intereses imperiales; en todo caso son engañados por un discurso que está sustentado por una situación económica y social catastrófica, no son culpables, es gente que pasa necesidades. Hay pueblo de uno y otro lado de las barricadas, hoy muchos/as venezolanos tienen que entrar a las milicias del gobierno para asegurarse comida y bienes de consumo y de higiene, al costo de tener que reprimir hermanas y hermanos.
Lo que los grandes medios no dicen y el gobierno venezolano tampoco, es que existe un terreno de batalla que se disputan la vieja oligarquía derechista y reaccionaria y los nuevos sectores burócratas del gobierno y del ejército. Las riquezas en minerales y petróleo de la Cuenca del Orinoco son el principal escenario donde intereses imperiales y burgueses se enfrentan a los «nuevos» ricos del madurismo.
¿Qué hacemos y cómo ayudamos al pueblo venezolano?
No se puede excusar las maniobras para crear una Constituyente de bases bastante débiles democráticamente hablando, diciendo que lo mismo hicieron dando golpes «constitucionales» Brasil y Paraguay contra fuerzas de izquierda, no se pueden excusar «errores» argumentando que otros los cometieron antes, y que esos otros son además representantes de los intereses imperialistas. defendidos por los grandes medios de comunicación.
Creemos que no se aprendió nada de la caída del estalinismo ni de la derrota histórica que los trabajadores del mundo hemos sufrido, una derrota histórica de la que todavía no nos recuperamos y que trajo aparejado el ascenso del neoliberalismo globalizado y el posterior ajuste de cuentas contra los trabajadores/as del mundo. La izquierda que no es autocrítica tiene un debe y es el problema democrático, tema olvidado durante el siglo XX que costó la caída de procesos históricos. El estalinismo fue la concreción de lo peor de este olvido.
No tener una alternativa viable a la democracia liberal burguesa montesquiana es en parte culpa nuestra. Promover una democracia participativa y no representativa es entre muchas cosas, tema a debatir y desarrollar.
Estamos convencidos que la aplicación del protocolo de Ushuaia además de ser más que dudoso en la forma como se aplicó en nada beneficia al pueblo de Venezuela y la postura del gobierno Uruguayo de ninguna manera nos representa y es una decisión inconsulta que se toma en acuerdo con lo peor de la derecha neoliberal del continente.
Hace algunos años planteábamos a la hora de caracterizar al chavismo, que si no existiera, la vida de los pueblos del continente sería mucho peor.
Lamentablemente esta visión se ha ido confirmando, por eso hay que defender hasta el fin las conquistas del pueblo venezolano pues es también defender nuestras conquistas. Hay que impedir que gane la derecha y los intereses imperialistas en Venezuela, para eso hay que democratizar realmente a la sociedad venezolana llamando al pueblo a actuar, aun cuando algunos burócratas y oficiales del ejército madurista pierdan sus privilegios.¡¡¡ARRIBA LAS CONQUISTAS DEL CHAVISMO Y EL PUEBLO VENEZOLANO!!!
¡¡¡ABAJO LA INTERVENCIÓN IMPERIALISTA!!!
Pocas veces hemos visto la perfidia de los medios nacionales e internacionales como en Venezuela jugarse a pleno para enmascarar una situación, desinformando intencionalmente, usando todos los mecanismos a disposición para ocultar realidades haciendo cínicamente gala de falsas técnicas periodísticas diseñadas para el engaño.
Hablamos de casi todos los medios, no de todos y de casi todos los trabajadores periodistas, no de todos.
Ejemplos sobran, las coberturas mentirosas de Afganistán, Irak, Libia, la “primavera árabe” el golpe en Brasil y un sin número de etcéteras.
Para desenmascarar toda la hojarasca mentirosa del periodismo mercenario es necesario complejizar el análisis, no reducirlo a lo aparente y evidente, ni caer en el famoso «sentido común» que no es más que la opinión y la ideología de las clases dominantes.
La situación de Venezuela no es solo el producto de la lógica interna de sus contradicciones sociales, políticas y económicas, sino también de los intereses geopolíticos, diplomáticos y económicos, en definitiva de la correlación de fuerzas mundial entre las potencias y las principales clases de la humanidad; Venezuela se encuentra inmersa en uno de los principales campos de batalla de la política mundial de hoy día.
El imperialismo existe como tal desde hace 300 años siendo EUA el heredero de la rapacidad y cinismo de los imperios británico y francés sustancialmente, hasta ahí nada nuevo hay bajo el sol. La debilidad de las fuerzas imperiales ha dejado brechas para el surgimiento de otras potencias y la reconstrucción de viejas fuerzas como China y Rusia pero a no engañarse, EUA defenderá hasta el fin sus intereses por la vía y la forma que sea, interviniendo o dejando de intervenir en cada país.
Los argumentos que las fuerzas de derecha y el imperialismo intervienen en la realidad venezolana utilizando los grandes medios internacionales y del continente es algo que cae de cajón y no explica nada de la realidad venezolana, sí agrava y acelera procesos de crisis que tiene otras explicaciones y que van más allá de las «maldades» y «perversidades» imperiales, burguesas y de la prensa internacional.
Insistimos, no desconocemos que estas fuerzas están actuando. Decimos que siempre han actuado. Antes con el apoyo popular se controlaban, ahora no. El problema es que falta el pueblo organizado defendiendo la revolución chavista.
Este es quid de la cuestión. El tremendo quid de la cuestión.
Chávez era un buen orador, pero la gente no lo seguía por su discurso sino por su hacer, aseguró casas y bloques a los pobres, puso un teleférico para bajar más fácilmente de los morros, extendió la educación y la salud, aumentó el consumo de los más humildes, y después... hacía los discursos. Así fue que se derrotó el golpe de estado, la gente bajó de los morros decidida a enfrentar lo que viniera.
Hoy Maduro hace ampulosos, grandilocuentes y vacíos discursos, luego termina reprimiendo a los pobres engañados por una derecha reaccionaria al servicio de los intereses imperiales; en todo caso son engañados por un discurso que está sustentado por una situación económica y social catastrófica, no son culpables, es gente que pasa necesidades. Hay pueblo de uno y otro lado de las barricadas, hoy muchos/as venezolanos tienen que entrar a las milicias del gobierno para asegurarse comida y bienes de consumo y de higiene, al costo de tener que reprimir hermanas y hermanos.
Lo que los grandes medios no dicen y el gobierno venezolano tampoco, es que existe un terreno de batalla que se disputan la vieja oligarquía derechista y reaccionaria y los nuevos sectores burócratas del gobierno y del ejército. Las riquezas en minerales y petróleo de la Cuenca del Orinoco son el principal escenario donde intereses imperiales y burgueses se enfrentan a los «nuevos» ricos del madurismo.
¿Qué hacemos y cómo ayudamos al pueblo venezolano?
No se puede excusar las maniobras para crear una Constituyente de bases bastante débiles democráticamente hablando, diciendo que lo mismo hicieron dando golpes «constitucionales» Brasil y Paraguay contra fuerzas de izquierda, no se pueden excusar «errores» argumentando que otros los cometieron antes, y que esos otros son además representantes de los intereses imperialistas. defendidos por los grandes medios de comunicación.
Creemos que no se aprendió nada de la caída del estalinismo ni de la derrota histórica que los trabajadores del mundo hemos sufrido, una derrota histórica de la que todavía no nos recuperamos y que trajo aparejado el ascenso del neoliberalismo globalizado y el posterior ajuste de cuentas contra los trabajadores/as del mundo. La izquierda que no es autocrítica tiene un debe y es el problema democrático, tema olvidado durante el siglo XX que costó la caída de procesos históricos. El estalinismo fue la concreción de lo peor de este olvido.
No tener una alternativa viable a la democracia liberal burguesa montesquiana es en parte culpa nuestra. Promover una democracia participativa y no representativa es entre muchas cosas, tema a debatir y desarrollar.
Estamos convencidos que la aplicación del protocolo de Ushuaia además de ser más que dudoso en la forma como se aplicó en nada beneficia al pueblo de Venezuela y la postura del gobierno Uruguayo de ninguna manera nos representa y es una decisión inconsulta que se toma en acuerdo con lo peor de la derecha neoliberal del continente.
Hace algunos años planteábamos a la hora de caracterizar al chavismo, que si no existiera, la vida de los pueblos del continente sería mucho peor.
Lamentablemente esta visión se ha ido confirmando, por eso hay que defender hasta el fin las conquistas del pueblo venezolano pues es también defender nuestras conquistas. Hay que impedir que gane la derecha y los intereses imperialistas en Venezuela, para eso hay que democratizar realmente a la sociedad venezolana llamando al pueblo a actuar, aun cuando algunos burócratas y oficiales del ejército madurista pierdan sus privilegios.¡¡¡ARRIBA LAS CONQUISTAS DEL CHAVISMO Y EL PUEBLO VENEZOLANO!!!
¡¡¡ABAJO LA INTERVENCIÓN IMPERIALISTA!!!
10 de agosto de 2017
En Blog: https://n0estandificil.blogspot.com.uy/2017/08/pst-venezuela-nuestra-sufriente-hermana.html
